jueves, 16 de octubre de 2008

Cliente, Calidad y Proyecto de Empresa (Andrés Freire)


CLIENTE, CALIDAD Y PROYECTO DE EMPRESA


RESUMEN:
José Andrés Freire Dapena
17-10-2008


La premisa de las “tres bes”, bueno, bonito y barato, ha sido y sigue siendo un criterio por el que “el cliente” se sigue rigiendo. Nuestros sueldos no los pagan nuestros jefes, realmente es el cliente quien paga nuestras nóminas. Una labor de dirección que sea realmente estratégica debe contrapesar las tendencias automáticas a darle excesiva importancia a la jerarquización en la empresa, y dirigir más sus esfuerzos hacia el cliente.

Si la calidad deriva de la presencia del cliente, y éste es capaz de transmitir su necesidad de servicios y productos “buenos, bonitos y baratos”, y esto es percibido por toda la empresa, ésta funcionará.

La gran baza para conseguir calidad es conseguir un estilo de dirección que atenúe las tendencias naturales de las empresas a desagregarse, departamentalizarse y jerarquizarse, sin olvidarse nunca del objetivo final: ofrecer al cliente un producto de calidad a un precio razonable.

Para asegurar esa calidad, un programa es esencial en un proyecto de empresa, pero eso no basta: cobra toda su importancia cuando está realmente integrado en el conjunto empresarial y se aplica en todos los departamentos, y no sólo en el de calidad.

Un Proyecto de Calidad en la Empresa debe basarse en una nueva organización y un nuevo estilo directivo, apoyados ambos en cuatro grandes programas: comunicación, estilos de dirección y cultura, calidad, y un buen diagnóstico.

Un Proyecto de Empresa es un proyecto de transformación o de mejor adaptación empresarial al entorno del mercado, y más enfocada al cliente. Un Proyecto de Empresa no es un cambio organizativo, sino más bien un cambio de paradigma cultural, y eso supone que las personas y su capacidad de colaboración y de integración se ponen en primer término. Además, un Proyecto de Empresa incide en la idea de planificación. Las cosas hay que hacerlas con un diagnóstico bien pensado.



En definitiva, un programa de calidad total es importante en sí mismo, pero que lo es más un Proyecto de Empresa. Un programa de calidad total tiene sentido en un proyecto global de empresa, sin perder nunca de vista el objetivo final: satisfacer al cliente.

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